lunes, 1 de septiembre de 2014

Religiones Afrocolombianas, Mitos y Leyendas

El término afrocolombiano se utiliza para denominar a aquellos colombianos descendientes de personas esclavizadas traídas de África por los colonizadores españoles y que obtuvieron la libertad en 1851 tras la abolición de la esclavitud en Colombia. Se suele denominar a este grupo humano como negros, morenos, niches y otras denominaciones populares, además de la oficial afrodescendientes y las referidas a los habitantes de Palenque de San Basilio y los raizales de San Andrés y Providencia. Representan uno de los grupos étnicos más importantes del país: sus contribuciones en múltiples dimensiones de la vida nacional son numerosas, tales como la cumbia, el ritmo nacional por excelencia, y el sancocho, el plato típico más conocido, hubieran sido imposibles sin su participación.

Qué prácticas religiosas y espirituales africanas  perviven y se han transformado después de la trata de esclavos hacia América Latina; si miramos la historia y la procedencia de algunos hermanos afro que arribaron a el continente Americano podemos ver lo que se creó con la presencia africana en Brasil (Candomblé), Cuba (Santería), Haití (Vudú) y en Colombia (Magia, brujería, hechicería, ritos), esta última a partir de nuestra experiencia como colombianos. A pesar de que los negros traídos a América pertenecían a diferentes tribus (Yoruba, Arara, Carabali, Congos, Minas, Bantúes, Obes) y por tanto tenían diferentes cosmovisiones, según Manuel Zapata Oliviella, estas últimas tienen características comunes:

a. Las religiones africanas son esencialmente vitalistas. El individuo nace y supervive gracias a un pacto irrecusable con sus Ancestros por el cual se compromete a conservar y enriquecer la vida. 

b. Las religiones africanas son esencialistas. El individuo con su familia, a la cual está adscrito como miembro indisoluble, debe regirse por la experiencia milenaria. Son los miembros más viejos, los padres, los antecesores directos, los depositarios de esta experiencia, legada en primera instancia por los héroes semidivinizados. 

c. Las religiones africanas son panteístas; conciben al individuo como eslabón de una cadena y no simple ombligo del mundo, vinculado a los demás seres vivientes: hombres, animales, y vegetales; a las cosas que le sirven: tierra, aire, fuego, estrella. Y ya se ha dicho a los muertos. 


d. Las religiones africanas imponen sociedades jerárquicas: la dependencia del individuo y el individuo a sus ancestros, dioses, jefes y mayores.



Del mismo modo, en todas las religiones africanas se encuentran tres momentos que tienen mayor preponderancia, estos son: el nacimiento, la iniciación y  la muerte; razón por la cual es común encontrar, a lo largo de América, expresiones que resaltan, a diferencia del cristianismo, estos acontecimientos puesto que adquieren otros significados. La variabilidad de expresiones religiosas de los afroamericanos está dada como vimos por la presencia de diferentes tribus, sin embargo permanecen religiones africanas, aunque no en su estado puro,  y esto viene dado desde la distribución “laboral” que se hizo conde los africanos en el proceso de colonización. Así por ejemplo, en Cuba la llegada de numerosos yorubas permite que hoy la santería sea una práctica religiosa muy fuerte, claro está entremezclada con elementos del cristianismo; el vudú, la práctica religiosa africana “más pura” se enraíza en la cotidianidad de los Haitianos, y  durante las guerras independentistas constituyó un elemento cohesivo y organizador de la resistencia y de la victoria; en Brasil la mezcla de las diferentes tribus africanas llevó a la formación y práctica del Candomblé; mientras que en Colombia la llegada de diferentes tribus y el fuerte proceso de colonización permitió el sincretismo que hoy hallamos en  la Costa Atlántica, la Costa Pacífica y en menor medida en la región Andina.